En el marco de la campaña de lanzamiento del satélite SAOCOM 1B, Raúl Kulichevsky, Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, aseguró que el equipo está cumpliendo con los protocolos de seguridad e higiene al pie de la letra, y destacó que se trata de una misión espacial diseñada por argentinos para la Argentina.
Ya instalado en Estados Unidos, el equipo de profesionales de la CONAE e INVAP se prepara para llevar al espacio, a fines de julio, el satélite de observación de la Tierra SAOCOM 1B mediante el lanzador Falcon 9 de la empresa SpaceX. Su puesta en órbita representa un hito para la Argentina, debido a que incorpora una compleja tecnología desarrollada en el país, el Radar de Apertura Sintética (SAR), cuya señal de microondas puede atravesar las nubes y “ver” para captar imágenes de la superficie terrestre, aunque esté nublado, tanto de día como de noche.
Desde Cabo Cañaveral, estado de Florida, Raúl Kulichevsky, Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, destacó la responsabilidad y la convicción con la que todo el equipo del SAOCOM -tanto los ingenieros que viajaron a EE.UU. como los que están dando soporte a la misión desde el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT), ubicado en Córdoba, y desde las sedes de Buenos Aires y Bariloche- está encarando la última etapa de la campaña, luego de haber tenido que suspender el lanzamiento en marzo por el brote del coronavirus. “Vamos a lograr nuestro objetivo de tener pronto el SAOCOM 1B en órbita”, afirmó.
Kulichevsky destacó que, con el lanzamiento del SAOCOM 1B, la Argentina completará la Misión SAOCOM, pensada para ofrecer soluciones a problemáticas locales que hasta hoy no pueden ser satisfechas con información de otros satélites. Además, con esta misión satelital nacional, el país se posiciona en un selecto grupo de países capaces de desarrollar la tecnología radar para uso espacial.
“La Misión SAOCOM está diseñada por argentinos para la Argentina”, aseguró, y afirmó: “El mayor desafío actual es trabajar en condiciones que no fueron previstas inicialmente. En estos últimos meses tuvimos que repensar todos los procedimientos de campaña, tanto para el equipo que viajó a Estados Unidos como para los profesionales que acompañarán el lanzamiento desde la Argentina”.
El lanzamiento del SAOCOM 1B es la primera misión no estadounidense que lleva adelante la empresa SpaceX desde el surgimiento del brote de coronavirus. En este contexto, el equipo de ingenieros argentinos atraviesa desde su llegada a Cabo Cañaveral una cuarentena estricta, que se extenderá a lo largo de nueve días. “Debido a las condiciones impuestas por la pandemia tuvimos que redefinir todas las tareas que realizamos en Cabo Cañaveral, desde la forma en que nos movemos con el grupo, la distribución de las oficinas en los lugares donde nos hospedamos, hasta cómo interactuamos con los técnicos de SpaceX”, indicó Kulichevsky.
“Estamos cumpliendo hasta el mínimo detalle con las normas de seguridad e higiene que establecimos en el Protocolo de Seguridad definido específicamente para el grupo de personas que viajamos a Cabo Cañaveral. Tenemos una planilla online donde cada uno va completando cada día información sobre su temperatura corporal y el aviso temprano de síntomas que podrían vincularse con el Coronavirus. No salimos del hotel. Aún cuando hacemos reuniones, cada uno se conecta por internet desde su habitación. Si nos encontramos debemos respetar la distancia social, con barbijos y otros elementos de protección. Y por las tardes tenemos que hacer un registro de todas las personas con las que tuvimos contacto estrecho, si es que hubiera sucedido”, ejemplificó, y apuntó: “De esta manera sabemos que no sólo nos estamos cuidando a nosotros, sino a todo el grupo”.
“Ahora estamos enfocados en el objetivo de lanzar el satélite a fin de mes, lo cual implica un compromiso doble, profesional y personal. El compromiso que asumimos de viajar para la campaña de lanzamiento, en una condición muy difícil, también representa una sacrificio para todas las familias de los miembros del equipo, que no es un tema menor”, consideró.
Producción local, para el país
El director de la CONAE destacó el desarrollo de las antenas radar que poseen los satélites SAOCOM, compuestas por siete paneles con una superficie total de 35 m² y un peso de 1,5 tonelada. Se trata de un instrumento activo que trabaja en la porción de las microondas en banda L del espectro electromagnético. Estas características hacen que los satélites SAOCOM sean especialmente útiles para prevenir, monitorear, mitigar y evaluar catástrofes naturales o antrópicas.
“Cualitativamente estamos en un selecto grupo de países que puede desarrollar satélites de radar y en otro grupo aún más selecto que cuenta satélites con instrumentos de radar en banda L”, dijo Kulichevsky, y explicó que este instrumento diferencia a los satélites SAOCOM respecto de otros que utilizan imágenes ópticas.“El desarrollo de la tecnología radar, que es más compleja, implicó un gran desafío para la Argentina porque, al no contar con antecedentes en el país, tuvimos que empezar prácticamente de cero”, indicó.
“Todo esto hace que tengamos un satélite que puede satisfacer necesidades propias del país. Están pensados para nosotros, lo cual hace a una diferencia cualitativa muy significativa respecto de otros satélites”, dijo, y tomó como ejemplo el trabajo conjunto que la CONAE realizó con el INTA para poner a disposición de los productores agropecuarios un conjunto de aplicaciones que podrían mejorar sus decisiones de manejo sobre los cultivos. Del mismo modo mencionó las acciones que se llevaron a cabo con otros organismos como el Instituto Nacional del Agua y los sectores especializados en gestión de emergencias y salud.
Ecosistema de valor
El proceso de desarrollo de la Misión SAOCOM también permitió que la Argentina afiance un ecosistema de gran valor para la industria espacial, compuesto por organismos públicos, empresas y otros actores del ámbito privado, que trabajaron en conjunto para avanzar en el proyecto. En este sentido, el director de la CONAE se refirió a los casos de INVAP, principal contratista, que a partir de este proyecto desarrolló su sector espacial, y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que hoy integra los paneles solares de uso espacial, así como el grupo GEMA, de la Universidad Nacional de La Plata, y la empresa Ascentio. Asimismo destacó la inversión que se efectuó para crear, en el marco del la Misión SAOCOM, el Laboratorio de Integración y Ensayos (LIE), en esas intalaciones la empresa VENG S.A. manufacturó la antena radar, y es una capacidad instalada que ayudará a avanzar en el desarrollo de nuevas generaciones de satélites.
“Hoy contamos con un piso a partir del cual podemos encarar los desarrollos futuros con profesionales, infraestructura y experiencia que es parte del legado SAOCOM”, afirmó. “Claramente estamos posicionados en un lugar de privilegio al contar con dos satélites de tecnología de radar y con la capacidad de procesar información satelital, con estaciones terrenas propias, profesionales que pueden desarrollar aplicaciones y una industria nacional capaz de dar soporte para los desarrollos propios”, finalizó.
FUENTE:
Comisión Nacional de Actividades Espaciales